Mesa del maestro

Como el año pasado, al empezar el curso, me situé cerca del ordenador de la clase y de las pizarras, teniendo a todos los alumnos delante de mí. No se exactamente por qué elegí esta distribución, supongo que porque es lo que he visto en toda mi etapa educativa.

Realmente, lo tengo que admitir, era muy práctico para mí tener cerca el ordenador y poder acudir rápidamente a las pizarras para realizar cualquier explicación. En todo momento tenia un contacto visual con los alumnos, incluso las mesas parecía que apuntaban al profesor en lugar de a la pizarra.

Durante algunas charlas con compañeros amantes de la innovación, ha salido en alguna ocasión el tema de la distribución de la mesa del profesor. Para algunos, sigue dominando el modelo clásico, con argumentos muy sensatos, otros optaron por colocar la mesa detrás, es decir, al final de la clase, en cambio otros preferían directamente no utilizar mesa del profesor.

Por mi manera de trabajar, creo que tengo claro que necesito esta mesa. La utilizo mucho para apoyar mi Ipad, tareas pendientes, y como espacio de trabajo, ya que en muchas ocasiones prefiero trabajar en el cole, antes que llevarme el material a casa.

Después de varias semanas pensado en este tema, decidí trasladarme detrás, y fue entonces cuando pude apreciar otras ventajas que antes no tenía:

  • Los alumnos pueden estar más cerca que antes de las pizarras
  • El contacto visual es menor y por tanto su comportamiento es más natural.
  • Ganamos espacio cerca de los rincones de lectura y matemáticas
  • No necesito girarme constantemente para ver el proyector, ahora duplico mi Ipad de frente a la pantalla.
  • Si entra un profesor o algún alumno a pedir algo, no es necesario cruzar entre los alumnos.

Como inconvenientes he anotado los siguientes:

  • Es menos fluido llegar hasta la pizarra.
  • No tengo el ordenador junto a la mesa

En las siguientes imágenes se puede apreciar cómo queda ahora distribuida la clase: