«Esmorzem Junts, ha sido el mejor proyecto en el que he trabajado hasta el momento» Jordi Miravet.
Por estructura, por contenido, por motivación de los alumnos y por un gran producto final, entre otros, este proyecto se consolida como uno de los mejores proyectos que ofrece nuestro centro. De la mano de Juan Antonio, Director y compañero en el área de Ciencias, este proyecto disfruta de su cuarta edición. Él ha sido en todo momento el propulsor de esta magnífica idea, y capaz de unir innovación, motivación, aprendizaje, competencia y corazón, dentro de un estilo de aprendizaje «aprender haciendo» defendido tantas veces por Roger Schank.
El proyecto empezó con una sesión de sensibilización y concienciación de nuestra alimentación y del hambre en el mundo. Con ella preparamos la siguiente gran actividad, la gymkana en el mercado de Sant Roc. Desde hace unos años el mercado y el colegio colaboran en gran medida para compartir actividades, celebraciones y proyectos.
La gymkana en el mercado cubría una sesión y los alumnos debían recorrer los comercios y resolver las diferentes pruebas que allí se encontraban. Todas, relacionadas con la alimentación, el reciclaje y el comercio y perfectamente diseñadas para introducir un tema muy apasionante, la alimentación. Además, los alumnos y alumnas, tenían la posibilidad de entablar conversaciones con los vendedores del mercado y familiarizarse para el gran producto final del proyecto. En el siguiente vídeo, se puede contemplar cómo los alumnos realizaron, de manera cooperativa, esta actividad.
El proyecto continuaba con una actividad paralela, «els espies del pati» que cubriría dos semanas de trabajo durante las horas del recreo. Por grupos y turnos, los alumnos debían investigar, tomar fotos y hacer entrevistas sobre la alimentación a los demás alumnos del cole, observar los deshechos de comida en papeleras y finalmente recopilar toda la información para sacar conclusiones acerca de nuestra alimentación.
En las siguientes sesiones trabajamos el Aparato digestivo mediante el cuaderno de campo, y para introducir este aparato, llevamos a cabo una de mis mejores experiencias hasta el momento, las disecciones en un animal. La emoción de poder tocar, oler y ver,… todo lo aquello que con imágenes no es posible. Una vez más, gracias a la colaboración del mercado de Sant Roc, pudimos convertir nuestra aula en un auténtico laboratorio y disponer de una tráquea, el corazón, los pulmones y el bazo de una ternera, además de un estómago de cerdo. Con este, pudimos ver el cardias y el píloro perfectamente. En las siguientes imágenes podemos ver algunas fotos de la sesión.
Una vez realizada esta sesión, era el momento de plasmar todo lo aprendido en su cuaderno de campo. Con el apoyo del iPad, dibujamos los órganos del aparato digestivo y anotamos las funciones principales de cada uno de ellos. A continuación podemos observar los resultados.
En las sesiones posteriores, trabajamos la diferencia entre alimentación y nutrición, realizamos por grupos un mapa mental de la pirámide alimenticia, y disfrutamos de la visita de un médico y un nutricionista, de los cuales aprendimos mucho y los alumnos realizaron mil preguntas. Aprendimos a leer etiquetas y a comparar productos, para huir de las estafas que habitualmente nos inyectan en los medios de comunicación, y así poder ser más críticos a la hora de elegir un producto. Con todo lo trabajado hasta el momento, ya eramos capaces de diseñar una buena dieta semanal y además empezábamos a pensar en platos saludables.
Nos adentramos en el «realfooding» y disfrutamos del movimiento de Carlos Rios, activista de la buena alimentación y la comida real. Compartimos algunas de las buenas App que existen, para detectar los utraprocesados, buenos procesados y comida real.
Y finalmente, les presentamos el gran producto final del proyecto, «Master Chef» en el mercado de Sant Roc. En esta actividad participó el mercado, la escuela de cocina de Batoi y nosotros. Juntos, diseñamos una de las mejores experiencias de nuestros alumnos; diseñar, preparar y defender un almuerzo saludable, delante de un jurado. Los alumnos de la escuela de cocina, apadrinaron a los grupos, que disponían de 15 minutos para comprar sus productos dentro del mercado municipal. Una vez finalizó este tiempo, prepararon sus platos con mucho mimo, decorando lo mejor posible sus obras de arte, para presentarlas al jurado. Este, les preguntaba por el plato, y los alumnos defendían su elección, explicando en todo momento qué nutrientes tenía y en que alimento los podían encontrar.
La prensa estuvo presente durante esta actividad y finalmente el jurado repartió premios a los grupos ganadores. A continuación comparto una entrevista realizada para el canal digital «INFORMACIÓN».